Fría mañana de sábado en el Municipal de Montefaquiña. El calendario hacía coincidir al primer y quinto clasificados. Un encuentro que para el Colegio Lar significaba la confirmación como campeón de la competición.
Lo que parecía el preludio de una fiesta se convirtió inmediatamente en una pesadilla. El Compañía de María, que dio muestras de ser un equipo bien trabajado, se hizo con el control del encuentro.
Y el momento llegó. A cinco minutos de la finalización del encuentro y tras intentarlo desde la larga distancia en varias ocasiones, un disparo seco desde quince metros se estrella en el larguero y se introduce en la portería del equipo visitante.
La tensión contenida estalla y la totalidad de la plantilla se funde en un cálido abrazo en el centro del campo.
Ya solo restaba tiempo para que el trofeo de campeones fuese entregado al equipo mientras el público asistente entonaba el consabido “campeones, campeones”.